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El Instituto Sonorense de Cultura informa:
El Instituto Sonorense de Cultura informa:
En aras de la transparencia y la rendición de cuentas, el Instituto Sonorense de Cultura informa que las obras de la Colección permanente del Museo de Arte de Sonora (Musas), se encuentran resguardadas siguiendo las normativas museográficas establecidas, como informa el curador y artista Ignacio Castillo Arvayo, quien realizó una inspección minuciosa en los espacios asignados al resguardo de la obra en el recinto.
Los siguientes son algunos puntos desarrollados en su diagnóstico:
Procesos
Revisión del estado de las obras: se cuenta con una bitácora documental en video y fotografías sobre las condiciones de la obra.
Además de positivo, es fundamental para tomar decisiones con respecto al futuro que deberá tener la obra en lo relacionado a la conservación, montaje o restauración de las piezas, incluso en lo que respecta a los procedimientos legales (entrega-recepción, demandas, etc.).
Se establece que los inventarios están en curso debido a que en anteriores administraciones gubernamentales no se habían realizado en su totalidad.
Revisión de la conservación de las piezas en tránsito: humedad y temperatura de los espacios en donde se resguardaron las obras, cuyo soporte es el papel, cumplen con los rangos.
La obra se encuentra montada en módulos o paredes, por lo que se cumple con la prolongación de la vida del enmarcado que protege las piezas.
Se cuenta con deshumidificador con termómetro en el espacio abierto y protección en ventanas contra la luz directa.
Se revisa con termómetros en espacios cerrados.
Los protocolos de revisión los lleva a cabo un museógrafo especialista.
Se realizan bitácoras diarias de revisión de temperatura, humedad y, de carácter semanal, aquellas que refieren a la situación de los acervos con sus avances de catalogación o embalaje.
Revisión de la conservación de obras en bodegas: las piezas se dividen entre las que están en estantería, racks verticales, cajas o a nivel de suelo.
Se siguió procedimiento de subir la obra en estantería o entarimado para no correr riesgos por inundación o derrame de sustancias.
Revisión de la obra en salas: solamente se dejaron piezas escultóricas en salas, las cuales, por la naturaleza de procesos de elaboración y materiales, no sufren deformación por temperaturas.
Mantenimiento de las condiciones de la obra exhibida: se aprovechó el cierre temporal y traslado de obra a espacio de tránsito para la limpieza de marcos, respaldos, cristales y ajuste de tornillería, después de años de exposición.
El cierre temporal de Musas, que obedece a la realización de trabajos de mantenimiento a profundidad, no es una acción desconocida en el universo museográfico del mundo: desde el MET en Nueva York, que ha cerrados algunas de sus salas de exposición más importantes, hasta el Pergamun Museum de Berlín, que ha cerrado sus puertas para rehabilitar el recinto hace más de seis años, las obras de mantenimiento, renovación y rehabilitación de los museos son una constante.
Tan sólo en este año, existen por lo menos 14 museos de los más importantes y conocidos del mundo, que han cerrado sus puertas al público para renovación, rehabilitación y mantenimiento.
En esta administración, el ISC está resuelto a trabajar conforme lo marca la ley, siguiendo todas las estipulaciones y bajo el esquema de valores humanistas enmarcados en este gobierno.
Por lo mismo, es indispensable señalar una serie de irregularidades que se han registrado en la constitución jurídica de la Colección permanente:
Tras una exhaustiva revisión, se han encontrado una serie de irregularidades e incertidumbres jurídicas en la conformación de origen en dicha colección.
En total son 238 obras, de las cuales 136 son Valores en Custodia (sin trámite realizado); 102 con trámite de certificado de autenticidad u oficio de aceptación, y sólo 25 de esas obras cuentan con un contrato de donación.
Lo que se transparenta con esta información es que la creación de esta colección no se realizó de forma institucional, sino de forma personal, ya que no hay un instrumento jurídico que establezca dicho vínculo.
Nos enfrentamos a la carencia de certificados de las obras, falta de invitaciones oficiales a los artistas, no existe un registro fehaciente de los movimientos económicos que se hicieron, sumado a la falta de un guion curatorial que permita comprender la confección de toda la colección.
Las transacciones económicas, ya sea bajo los rubros de compra/venta y/o de donaciones, no están debidamente solventadas, por lo que es imperativo cuestionar al encargado de integrar la colección: el ex director de Musas, Rubén MatIella.